Cuidado de los dientes en vacaciones
Las vacaciones de verano suponen un descanso del año de trabajo, cambios en las rutinas y en las dietas. Aumentamos las actividades al aire libre y descuidamos los hábito de higiene bucodental.
CAMBIOS DE HABITOS DE LA ALIMENTACÓN:
Los cambios de horarios, aumento de eventos sociales y el relax hacen que comamos con más asiduidad y tengamosmenos disciplina en la higiene bucal.
Nuestras recomendaciones serian:
1- Introducir alimentos que cuiden de forma natural nuestra dentadura: fruta como melón y sandía; ensaladas, sardinas (aportan fluor y omega3), productos lacteos (aportan calcio)...
2- Evitar en lo posible refrescos azucarados, helados y bebidas alcohólicas. Utilizar pajita para que no entren los líquidos en contacto con los dientes.
3- Si no es posible el cepillado de dientes, haremos un enjuague energico con agua o mascaremos chicle sin azúcar, aunque sin abusar.
4- Dar ejemplo a nuestros hijos manteniendo la disciplina y hábitos correctos de higiene dental.
5- Beber agua con mucha frecuencia.
DEPORTES DE VERANO
1- Piscina, acción del cloro en los dientes: se utilizan productos químicos (normalmente cloro) para conservar y desinfectar el agua de las piscinas, aumentando su pH a 7.2-8. Ese agua en contacto con la saliva cuyo pH es entre 6.2 y 7.4, descompone más rápidamente las proteinas y forman depósitos en los dientes que se tiñen facilmente. Esto les ocurre a los nadadores profesionales apaceciendo así el denominado "sarro del nadador". Ocurre con más de 6 horas diarias en contacto con el agua. Ellos necesitarán revisiones más asiduas en la clínica dental.
Este no es el caso habitual, pero recomendamos lavar los dientes con pastas fluoradas después del uso de la piscina y evitar en lo posible jugar a meterse agua en la boca.
2- Buceo, sindrome del buceador o barodontalgia: aparece dolor mandibular o de dientes por cambios de presión. Recomendamos buenos controles preventivos para evitar caries o restauraciones defectuosas que favorecen el problema.
3- Deportes al aire libre y de contacto (ciclismo, escalada, fútbol, voleibol...): favorecen la probabilidad de traumas de cara y boca. La manera de prevenirlos son protectores bucales hechos a medida.
Especial atención y cuidado tendremos con los traumas en las piscinas. Recordaros que ante una fractura dental hay que intentar recuperar el trozo roto para reponerlo lo antes posible en la clínica; es muy importante mantenerlo hidratado en suero fisiológico, leche o incluso dentro de la boca con la saliva.
